Desde el año pasado un grupo compuesto por padres de chicos con capacidades diferentes están teniendo un largo peregrinar para conseguir que la Escuela de Educación Especial N°503 de la ciudad de San Nicolás pueda tener un espacio propio para poder funcionar.
Esta institución educativa es la única escuela sensorial de San Nicolás -las demás escuelas especiales trabajan de manera exclusiva con discapacidad intelectual – y abordan la temática con chicos sordos, ciegos, motores y TEA.
Teniendo la matricula más amplia del distrito, pero no tienen un lugar físico para funcionar.
“Hasta el año pasado la escuela funcionaba en su histórico edificio al lado de ANARL, pero en medio del temporal que azotó la ciudad en el mes de marzo, dicho lugar quedó totalmente inundado y lo clausuraron por peligro de derrumbe además del moho que avanzo notablemente. Durante unos días los chicos tomaron clases virtuales y en abril nos cedieron un espacio en el edificio donde funciona la E.P. N° 11 de barrio la Loma, zona norte de san Nicolás. Ese lugar nos sirvió para salir del paso, pero ese lugar no está adaptado para nuestros niños ya que necesitan más espacio debido a que además de tomar clases, los niños con problemas motriz necesitan estimulación, lo cual las seños tienen que poner las colchonetas en el piso y estimularlos. Por ello necesitan estar más cómodos”, contaba vía WhatsApp, Débora carrizo, mamá de una alumna sorda y presidenta de cooperadora de dicha institución.
El año pasado la escuela tenía una matrícula de 30 niños, este año se sumaron 10 niños más, por lo que la necesidad es más que urgente.
Al no recibir una respuesta concreta de las autoridades educativas son los propios padres quienes se han puesto el tema sobre sus hombres y están buscando ellos mismos un espacio que pueda ser utilizado para la educación de sus hijos. “Cómo mamás estamos buscando lugares en inmobiliarias, viendo casas y haciendo difusión para que cualquier información nos la hagan llegar, Necesitamos un lugar para que nuestros chicos puedan asistir y estar cómodos”, expresaba Débora.
Sumando a todo eso la falta de transporte para el traslado de los chicos a raíz del grado de deterioro que sufrió con el paso del tiempo y que durante todo el 2024 estuvo en reparación por lo que unos 15 chicos se vieron impedidos de concurrir a tomar clases.