El operativo se puso en marcha pasadas las 4,30 de la madrugada, cuando arribaron al lugar más de 250 policías, pertenecientes a diferentes fuerzas de la provincia de Buenos Aires, y con la presencia de la Dra. Cecilia Fernández, de la Ayudantía Fiscal de Ramallo, quien monitoreó el normal cumplimiento de la orden judicial.
Primero sacaron a todas las personas que estaban ocupando las precarias viviendas que se habían armado con maderas, chapas y lonas, y luego las destruyeron e incendiaron, ante la mirada atónita de quienes veían como estaban perdiendo lo poco que tenían. Otros vecinos fueron más precavidos, esta vez sabían que el aviso de desalojo tenía veracidad, y con anterioridad sacaron sus pertenencias.
Mientras un grupo de policías rompía y quemaba los ranchos, otros hacían un cordón humano para impedir que los ocupantes del asentamiento intenten ingresar nuevamente y el resto, los menos, estaban apostados en las adyacencias del lugar para cuidar que no se produjese ningún tipo de incidente.
Se vivieron momentos de tensión, de nervios, pero no se denunciaron hechos de violencia y solamente se produjo la detención de una mujer, quien habría querido reingresar al predio.
“Antes, tenía pocas cosas y ahora no tengo nada. Nos sacaron como delincuentes, a los empujones, sin importarles que había chicos en el medio. Ahora no se que vamos a hacer, porque no tenemos donde pasar la noche”, le dijo a snrhoy.com.ar, una de las mujeres que formaba parte del grupo de desalojados.