Durante este día martes más allá del Dr. Pérez Carreto hubo otros testigos que prestaron declaración.
Uno de ellos fue un amigo de Pablo Damián y fue de los que conmovió al contar la reacción del acusado ante la muerte de sus familiares.
“Cuando murió German, me llama y me cuenta, pero yo estaba de viaje. Le dije en cuatro días vuelvo y nos encontramos”, declaró el testigo.
Cuando la Dra. Baños le preguntó cómo lo había visto al acusado a su regreso, respondió. “Le preguntaba qué había pasado, de qué había muerto y él me decía que no se sabía. Cuando lo consulté cómo estaba me respondió que tranquilo”.
En la continuidad de su relato y ya hablando de la muerte de Ailén, recordó una conversación que mantuvo con Damián a días de la muerte:” Después que murió Ailén me llama por teléfono y me dice que venía para San Nicolás -la familia Grottini vivía en Villa Gral. Savio-, y le propongo encontramos en un bar para tomar un café. Estamos charlando, le pregunto cómo estaba, cómo se sentía, y me dice, ¿me prometes que no te vas a enojar si te digo algo? Yo le respondo que no, como me voy a enojar, y ahí me dice, “siento que me saque un peso de encima”. No podía creer que pensara eso”, contó el testigo.
Refiriéndose en otro tramo de su testimonio a la negativa que tenía para adoptar a Ailén, que no quería hacerlo, no lo sentía, pero su madre se lo pidió porque era el único de la familia que podía demostrar una estabilidad laboral y darle una obra social a la nena.
Cuando la fiscal le preguntó si tenía conocimiento de algún problema de relación que hubiesen mantenido los hermanos, respondió:” Una vez me contó que se habían peleado y que lo había corrido con un cuchillo”.
“Una persona con actitudes psicopáticas”
La Perito Médico Forense, con una Calificación en Psiquiatría Forense, Dra. Clarisa Hernández y la Psicóloga Forense, Gladys Silveyra, fueron las profesionales encargadas de llevar adelante la pericia médica, psiquiátrica, psicológica del acusado. La Dra. Hernández fue la más extensa en su testimonio y dio a conocer que a lo largo de los cuatro encuentros que mantuvieron con Grottini para poder llevar adelante el trabajo solicitado por la fiscalía se encontraron con diferentes estados de ánimo.
Habló de una persona con actitudes psicopáticas, poco empática con el sufrimiento del otro y con una sexualidad reprimida que no podía vivirla libremente, entre otras cuestiones.
“Nunca había visto a nadie llorar de esa manera tan desgarradora”
Otra testigo fue una mujer que vivía a metros de la casa de la familia, quien, luego de las muertes de German y Ailén, presenció un ataque de angustia de Teresita que la conmovió. “Me escribe para preguntarme si podía ir a mi casa, pero me pide que al llegar no la hable y solamente la abrace. Hice eso y ella estalló en llantos y gritos de un dolor desgarrador. En un momento, logró calmarse unos instantes y me dijo que no podía creer lo que había pasado, como se habían muerto German y Ailén, y no entendía como ambos tuvieron los mismos síntomas antes de eso. No lo podía entender”, dijo la mujer.
“Estaba para irse de alta”
La primera en prestar declaración fue la enfermera que estaba de turno en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica cuando murió Ailén. Manifestó que nadie podía creer ese final porque ya estaba para irse de alta: “Ella estaba saturando bien y de golpe, sin ninguna explicación, empezó a bajar drásticamente, se descompensó y ahí le comenzaron a hacer reanimación, pero no salió del paro”, esgrimió esta mujer en un tramo de su alocución.
“Mi sobrino es inocente”
Otro de los testigos fue un tío por parte de padre de los hermanos Grottini. Un hombre muy querido y respetado en su localidad, y que toda su vida tuvo relación con la familia porque sus casas estaban pegadas.
El hombre dejó en claro que defiende abiertamente la inocencia de su sobrino y que nunca se le cruzó por la cabeza la posibilidad que haya matado a su hermano, a la nena y a “Mimí”, como se la conocía a Teresita.“Yo vengo acá a defender a mi sobrino porque es inocente de todas las acusaciones”.
“Ailén estaba experimentando una importante evolución”
También declararon la última psicopedagoga que trabajó con Ailén para mejorar su rendimiento en el ámbito educativo y su psicólogo, quienes expusieron que la nena padecía un pequeño retraso madurativo -el psicólogo lo relacionó con sus primeros años de vida antes de ser acogida por la familia Grottini-, pero que en los últimos meses había experimentado una importante apertura en el ámbito escolar, mejoró su nivel de concentración y había comenzado a relacionarse con sus compañeros.
Ambos dejaron en claro que creían estar en presencia de una criatura sana y que nada hacía presagiar ese final.
“Unos días antes la llevó al hospital, pero no se sabía que le había pasado”
Mediante una videollamada brindó su testimonio la madre de Teresita Di Martino. Una mujer mayor, convaleciente de una enfermedad, quien declaró desde su casa y solamente respondió un par de preguntas de la fiscal. Recordando que 9 días antes de la muerte de su hija -el 14 de abril-, Damián la había tenido que llevar al médico porque se había descompuesto. “Me pasa a buscar como a las 2 de la mañana para llevarme a la casa de ellos para que los acompañe porque la madre se había descompensado y la llevó al hospital. Cuando subo al auto la notaba rara y le pregunto qué le pasó, y me dijo que no sabía”.