Pasadas las 16:30 se acercó el cortejo fúnebre a la sede del club Los Andes, donde más de 400 personas -entre deportistas, socios e hinchas-, esperaban para despedir al presidente de la institución, Roberto Claverol, fallecido en la noche del sábado, en medio de los festejos por el primer titulo de la institución en la primera división de la Liga Nicoleña de Futbol.
El vehículo que trasladaba sus restos se acercó hasta la sede social por calle Marinero Panno, estuvo detenido durante algunos segundos en el cruce con Avenida San Martín, y con posterioridad siguió la marcha para tener como destino final el cementerio local.
Dentro del coche fúnebre se podía ver el féretro envuelto en una bandera de su querido y afuera, sobre las veredas, la familia tucura no dejaba de aplaudir para despedirlo y homenajearlo.
Detrás de sus restos iban los vehículos que trasladaban a sus familiares y en otro auto el trofeo de campeón que la primera división de fútbol consiguió en La Emilia.
El club Los Andes era el lugar donde más horas pasaba este dirigente entrañable, querido, siempre bien predispuesto, y que, paradójicamente, murió en medio de la noche deportiva más feliz de la historia de la institución.
Seguramente ya debe estar en el cielo festejando este titulo con su querido hijo Mauricio, que le ganó a la hora de partir, y con quien compartía este gran amor incondicional por el verdiblanco.
Descansa en paz querido Roberto…