En el poroteo previo, que manejaba alguien del oficialismo, la votación podría haber salido a favor de la compra de estas tierras. Se contaban los 7 votos propios, se daba por hecho la abstención del bloque de Juntos por Ramallo y de Maira Ricciardelli, y creían que Juntos-UCR, directamente se opondrían al proyecto. Con estos números el proyecto sería aprobado con los 7 votos de los concejales del Unión por la Patria, pero algo pasó en el camino y lo que parecía una aprobación por mayoría, ya no lo era tal.
Semblanteando la sesión y las posiciones de los concejales, se puede pensar que influyó la posición de la concejal, Araceli Natalucci, a la hora de adelantar cuál iba a ser la posición de su bloque -al menos hasta esta sesión el más dialoguista-, y se creyó que la abstención se podía convertir en un voto negativo, lo que hubiese echado por tierra el proyecto.
Desde ese bloque sostienen que la documentación elevada no contenía los fundamentos necesarios para poder acompañar un proyecto de estas características. “Nosotros queremos acompañar y vamos a hacer todo lo posible para que así sea, pero necesitamos precisiones que, hasta ahora no están”, comentaba en off alguien del bloque.
Este viernes -en un concejo casi vacío y en el que solamente se vio a tres o cuatro concejales, se rumoreaba que el martes se podría llevar adelante la primera reunión de la Comisión especial -esperan que para entonces esté disponible la documentación solicitada-, y ahí ver como avanzan en el proyecto.