Cuando pensábamos que en nuestro país la palabra corrupción estaba solamente relacionada a ciertos actores de la política de la argentina – de todos los partidos, obviamente-, desde hace un tiempo se le tiene que sumar la mafia futbolística.

Una mafia que está matando el futbol de ascenso en argentina y que no parece tener fin. La AFA, el concejo federal y los pitos hacen todo lo posible para que el futbol de ascenso en la republica argentina sea cada vez peor.

Defensores de Belgrano, como tantos otros equipos del Federal A, lo vienen sufriendo desde hace años y ayer, en San Nicolás, también lo sufrió Regatas por el Regional Amateur.

Los “Náuticos” enfrentaron a Gimnasia de Chivilcoy -en este portal de noticias ya habíamos adelantado que más allá de la capacidad futbolística que pudiese tener el equipo del “Tano” Barbieri para afrontar este cruce por semifinales, enfrente tenía a un equipo que corre con “el caballo del comisario”-, y eso fue lo que ocurrió en el campo de juego.

Pasó lo que se esperaba que pudiese pasar: la terna arbitral tuvo una actuación bochornosa, perjudicó a Regatas y lo dejó muy complicado para la revancha en Chivilcoy. El equipo nicoleño perdió por 2 a 1, le expulsaron a Juan Cruz Varas, le cobraron un penal en contra que no fue -finalmente Salvaggio marró el disparo-, le llenaron el equipo de tarjetas amarillas y le anularon un gol por una posición adelantada inentendible.

¿Cómo terminó todo? Con los árbitros adentro de la cancha rodeado de policías porque los ánimos no eran los mejores en jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas que se habían visto notablemente perjudicados.

Los responsables de este nuevo bochorno para el fútbol «chacarero», fueron: Facundo Fogliati y sus asistentes Raúl Méndez y Erwin Rolón (los tres de Alcorta).

Lo que pasa con la AFA en el futbol de ascenso del interior del país es una verdadera vergüenza.

Todo es oscuro, raro, malintencionado y lo peor de todo es que no se le ve una salida a corto plazo.

Lamentablemente están tirando demasiado de la cuerda y alguna vez la cuerda se puede llegar a cortar.