A mediados de esta semana y con su verborragia agresiva habitual, el Presidente de la Nación, Javier Miley, criticó al ex presidente Raul Alfonsín y lo responsabilizó de haber promovido un boicot político contra Fernando De la Rúa para destituirlo del poder en 2001.

«Lo muestran como el padre de la democracia, siendo que fue partidario de un Golpe de Estado», expresó muy suelto de cuerpo el actual Presidente de la Nación en medio de un discurso que brindó en la provincia de Córdoba.

Después, aseguro, que, a raíz de haberle pesificado una gran deuda al Grupo Clarín, hizo que pasase a ser un héroe: «Evidentemente, pesificarle la deuda a Clarín hizo mostrarlo como un héroe».

Luego de sus dichos salieron diferentes dirigentes del radicalismo nacional a criticar fuertemente estos dichos -hasta De Loredo, que pasó de ser un cuadro importante del radicalismo cordobés a un servil asistente de la Libertad Avanza en el Congreso de la Nación, fustigo esos dichos.

En ese momento, pensé: “Ahora sale el radicalismo local a pleno a criticar estas desafortunadas expresiones contra uno de los máximos exponentes que tuvo la UCR en su historia”. Pero, por lo visto, me equivoqué.

Este hecho se produjo el miércoles 30 de octubre. Pasó ese día, pasó el jueves, llegamos al viernes, se fue el sábado y llegamos a hoy.

Busqué en sus redes sociales -vio que ahora para los políticos todo pasa por Instagram, Facebook, X o alguna otra red social-, pero tampoco encontré nada.

¿cuál fue la reacción? Silencio absoluto.

“¿Vos sabés lo qué pasa? Los que se van de la conducción del partido ya están idos y los nuevos todavía no asumieron. Creo que esa puede ser la explicación”, le comentaba a snrhoy.com.ar, un militante caracterizado del partido.

¿Y si fue otra cosa?

Desde el periodismo siempre se tiene que buscar la verdad, pero suele ocurrir que a veces puede haber más de una. En algunas cuestiones hay personas que tienen posiciones o intereses que se contraponen y creen, que su verdad es la verdad.

Ahora, después de este preámbulo que espero se haya entendido, les paso a explicar el razonamiento. ¿no será que parte del radicalismo local -incluyo a la conducción que se va y a los que entran-, están agazapados, deshojando la margarita, y no vaya a ser cosa que en algún momento puedan pegar “el salto del tigre”, hacia la Libertad Avanza?

Parte de la UCR está muy pendiente de los pasos de la Ingeniera Cecilia Giammaria -referente del Passaglismo en Ramallo-, los Passaglia están muy cerca de Patricia Bullrich y no sería descabellado que ellos sean los armadores o al menos estén sentado en la mesa chica, de la Segunda Sección Electoral.

¿Le cierra esta explicación? No puedo asegurar que sea así, pero es una posibilidad no muy lejana a lo que piensan algunos actores del partido centenario, que sacaban pecho por la vida impoluta de Alfonsín -“Padre de la Democracia”, le decían-, y se rasgaban las vestiduras cuando se lo criticaba, pero ahora lo trataron de golpista y se hicieron como “Perro que volteó la olla”.