En este Portal se puso de manifiesto que las categorías de ascenso del interior del futbol argentino están tan contaminadas que en algún momento podía ocurrir una tragedia y ayer, lamentablemente, en Salto casi se hace realidad esta premonición periodística.
Jugaban por una de las finales de la provincia de Buenos Aires el local y el nombrado Gimnasia y Esgrima de Chivilcoy. Ganaba la visita por 2 a 0, el árbitro Juan Sandoval -oriundo de Concordia y con arbitrajes para el olvido en su haber-, tuvo fallos que favorecieron al visitante -la chiquita, la imperceptible y dejando al rival poner la pierna más de lo permitido-, esto fue haciendo entrar en ebullición al local y después del segundo gol se produjo el desmadre.
Los jugadores de Defensores de Salto sacaron toda la bronca que tenían adentro, en este partido donde se sintieron perjudicados y por todo lo que se viene hablando desde que comenzó la competencia, empezaron a agredir a sus rivales y también a la terna arbitral.
Además, la hinchada del equipo local ingresó al campo de juego para agredir a la terna arbitral y a la delegación del equipo visitante. Alberto Salvaggio, amigo personal del ex árbitro Gustavo Bazzi, hombre fuerte del arbitraje en la provincia de Buenos Aires, era el más buscado y recibió algunos golpes. ¿Está bien lo que ocurrió? No, para nada, pero si no ponen la pata en el freno, recapacitan en la forma que están desvirtuando el futbol de ascenso, esto va a terminar en una tragedia.
¿Qué va a pasar ahora? Fácil la respuesta, Defensores va a perder la serie y le van a dar una suspensión por muchos años porque lo ocurrido fue muy grave. Gimnasia va a seguir en la competencia, seguramente va a conseguir el ascenso, y el futbol del ascenso argentino se seguirá desangrando. Nadie hace nada, los clubes se tienen que hacer los boludos porque tienen miedo a las represalias -a veces también les conviene- y solo les queda esperar el nombre de los árbitros que le tocará en los partidos para saber si los van a perjudicar, ayudar o actuar con imparcialidad, según el elegido.
Tristísimo para los protagonistas que son perjudicados y para el verdadero hincha, pero en un país donde el éxito está por sobre todo y tapa el resto, mientras ganemos Mundiales y Copas Américas, todo va a seguir igual.