El martes el Tribunal en lo Criminal N°1 de San Nicolás, por unanimidad, hallaron responsable a Pablo Damián Grottini de la muerte de su madre Teresita Di Martino y lo condenaron a cadena perpetua por «homicidio calificado por el vínculo, por su comisión con alevosía y por procedimiento insidioso empleado». La Fiscalía había solicitado en su alegato la pena máxima para el acusado por la muerte de sus tres familiares, pero los jueces esgrimieron que no hay pruebas concretas de su participación en sus decesos y lo absolvieron en esos casos.
En la redacción del veredicto los Dres. Ramos, Fernández y Ocariz, pusieron especial énfasis en el relato de los testigos que presentó la fiscalía -en su mayoría médicos y enfermeras, de los centros de salud a los que Grottini había trasladado a sus familiares antes de sus muertes-, las pericias psiquiátricas y los resultados de la autopsia a Teresita Di Martino -la única que se pudo realizar porque el cuerpo de Germán fue cremado y el de Aylén presentaba un estado de putrefacción que impidió la realización del examen-, donde, los forenses establecieron que el cuadro de asfixia que presentaba Di Martino era compatible «con la inoculación de aire por vía endovenosa, que puede producir la muerte en dos a tres minutos y con un volumen de aire de 20 a 500 mililitros”.
En el caso de Germán y Ailén, los jueces, dejaron constancia que al no tener plena prueba de los motivos que llevaron a ambos a la muerte se le concede el beneficio de la duda al acusado. En ambos casos médicos y enfermeras, que los atendieron durante sus internaciones Germán en Clínica San Nicolás y Ailén en el hospital San Felipe-, declararon en el juicio que no pudieron determinar las causas de sus fallecimientos y que los tomó de sorpresa, porque se trataba de personas sanas, que ya estaban a punto de ser dados de alta. A pesar de estas dudas, sumadas a actitudes de Pablo Damián Grottini en el momento de sus internaciones y cuando eran atendidos por sus dolencias, no pidieron la operación autopsia a pedido suyo y de su madre. “No quisimos profundizar su dolor”, esgrimieron los testigos al ser consultados sobre los motivos por que no pidieron la autopsia ellos mismos al quedar con dudas sobre las muertes.
También llamó la atención en la lectura del veredicto lo que habría respondido Grottini luego de la muerte de Ailén al consultado sobre la realización de la autopsia. El, habría expresado: “No, por favor, no quiero que le pase lo mismo que a mi hermano que lo destrozaron con la autopsia”, cuando a German, tampoco se le había practicado.
