En los últimos días desde la conducción local de FAA se elevó una carta al intendente municipal. Mauro Poletti y otra al poder legislativo local, reclamando por la utilización de un fumigador para combatir el dengue.

Los dirigentes rurales ponen de manifiesto en la misiva que mientras ellos no pueden fumigar en sus campos, ven como se utiliza un fumigador para prestar este servicio dentro de las localidades.

En cierta medida una carta que no tiene mucho sentido cuando lo que realmente importa es el grado de toxicidad del producto que se utiliza para fumigar y no la herramienta con la que se lleva adelante el trabajo.

“Me dirijo a usted, en representación de los productores agropecuarios que participan en nuestra entidad, aunque creo que es una preocupación generalizada de todos los productores del Partido de Ramallo. Hemos visto por los medios periodísticos, que el municipio de Ramallo a adquirido un tractor con un fumigador para la campaña de fumigación que el gobierno municipal lleva adelante en todas las localidades. No criticamos el hecho en sí, pero creemos que es injusto que el Municipio use este tipo de herramientas dentro de las Localidades, mientras que el sector agropecuario, por Ordenanza, no pueda usarlas hasta más allá de los 300 metros fuera de las localidades y Escuelas Rurales.

Solicitándole con posterioridad que ante esta situación se revea la legislación vigente en lo que respecta a la fumigación que lleva adelante el sector agropecuario y que hoy no se puede realizar a menos de 300 metros de las localidades o escuelas rurales: “estamos seguros que esta ordenanza que prohíbe las

fumigaciones hasta los 300 metros de la zona Urbana y Escuelas Rurales esta desactualizada, ya que hoy existen fitosanitarios y herramientas muy seguras para la población, de hecho, seguramente el municipio los usara en las plazas donde juegan nuestros hijos y nietos, por esto no vemos porque no se puede usar en las zonas aledañas a las Localidades y Escuelas Rurales. Le pedimos que use sus medios para actualizar esta ordenanza y lograr que una gran cantidad de hectáreas del Partido de Ramallo puedan recuperarse para la producción agropecuaria, ya que hoy se encuentran totalmente inutilizadas, infectadas de malezas y alimañas que atentan contra la salud y el bienestar de los ciudadanos que la ordenanza pretende proteger”.