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¿Un frio asesino serial o un hombre ferozmente atravesado por las tragedias familiares?

Desde abril del año 2022, Pablo Damián Grottini -ahora de 44 años de edad- se encuentra detenido en la Unidad Penal N°3 de San Nicolás acusado de matar a su mamá, su hermano y a su hija adoptiva de 10 años.

En su comunidad, siempre se caracterizó por ser muy servicial con sus vecinos, bien predispuesto para dar una mano a quien la necesite, muy reservado con su vida privada y un hombre muy cercano a la iglesia católica.

Para la Justicia es una persona fría, manipuladora e ideó un “plan macabro”, para terminar con su familia y por esta imputación irá a juicio este lunes.

La primera de las muertes que se produjo en la familia Grottini ocurrió pasadas 21:30 del 23 de julio de 2019 en la Clínica San Nicolás y la víctima fue German. Un hombre de apenas 32 años de edad, sano, deportista y quien nunca tuvo un problema de salud.

El día de su muerte llegó de su trabajo como vendedor, comió algo y se fue a la cama, pero le pidió a su madre que lo llamara en un rato. Teresita lo notó raro, como desorientado en tiempo y espacio, y balbuceaba.

Lo trasladaron al sanatorio y allí ingresó con dificultades para hablar y baja saturación de oxígeno, pero el resultado de los estudios a los que fue sometido resultaron normales.

De igual manera lo iban a dejar 24 horas en observación, con oxígeno y suero, para lograr estabilizarlo.

Pablo Damián llegó a la Clínica un rato después que el resto de su familia, Teresita aprovechó que él estaba acompañando a su hermano y salió a hacer unas compras al kiosco ubicado al frente de la clínica y cuando volvió unos pocos minutos después, advirtió que Germán no respondía. Le avisó al personal de guardia y cuando le tomaron los signos vitales empezaron a hace maniobras de reanimación. Fueron en vano, ya que su hijo había fallecido.

En ese momento, su muerte conmocionó a Villa Gral. Savio -localidad de donde es oriunda la familia- y a todos quienes lo conocían. Nadie podía entender que había pasado y como un hombre joven, sano, podía morir de una manera tan sorpresiva.

Dos años y 3 días después, murió Ailén

Ailén Grottini en los papeles era hija adoptiva de Pablo Damián, pero su madre, Teresita – “Mimí” para todos quienes la conocían- era quien se hacía cargo de su cuidado y de llevarla a todas sus consultas médicas por un leve retraso madurativo que tenía la criatura, pero nada que le impidiese tener una vida normal y saludable.

Ailén se empezó a sentir mal el 24 de julio -en ese momento en el círculo íntimo se lo relacionaba con el aniversario de la muerte de German, el día anterior y a quien ella amaba- y le dijo a “Mimí”, que le dolía el pecho.

Pablo Damián, quien estaba en la casa con ellas, propuso llevarla al hospital San Felipe y su madre accedió.

Algunos de los síntomas que presentaba tenían similitudes con los que había tenido en su momento German, pero por esas horas nadie reparó en eso.

Los profesionales que la atendieron decidieron dejarla en observación, a su lado siempre estaban “Mimí” y Damián, pero con posterioridad fue trasladada a terapia infantil porque la nena se descompensó y tuvo que ser estabilizada.

Finalmente, quedó internada por más de 24 horas y siempre junto a ella estuvo su Madre-Abuela. Dos días después, “Mimí”, quien no se había movido del lado de la nena, le pidió a su hijo que se quedase un rato con ella, porque necesitaba irse a dar un baño y descansar.

Un rato después, Ailén sufrió una descompensación y murió. Los médicos la atendieron de manera muy rápida, pero nada pudieron hacer para salvar su vida.

Nadie entendía nada, ni los médicos y tampoco -al menos a primera vista- los integrantes de la familia, pero fue el segundo gran golpe que atravesó a las Grottini en poco más de 2 años.

Después murió Teresita o “Mimí”

La tercera de las muertes al menos sospechosa y por la cual Pablo Damián Grottini puede recibir prisión perpetua, se produjo el 23 de abril de 2022, y ahí la víctima fue Teresita o “Mimí”.

Las circunstancias fueron bastantes parecidas: una descompensación súbita, traslado a un centro médico, los profesionales asistiéndolos con signos alentadores sobre su evolución, pero finalmente morían.

A simple vista también era una mujer sana -ese día viernes se había arreglado en su aspecto porque al otro día tenía el cumpleaños de 15 de una joven cercana y ella, le había regalado la torta para festejarlo.

En un determinado momento, se sintió mal, se lo contó a su hijo, y, él, rápidamente, la trasladó al hospital San Felipe, donde dos años antes había fallecido Ailén.

Ingresó al nosocomio, su hijo explicó los síntomas que sentía, pero explicó que todo podría estar relacionado a la angustia por las tragedias familiares que habían sufrido tiempo atrás, según consta en la causa.

Le hicieron los análisis y estudios, que la situación ameritaba. Salieron bien y todo estaba dado para que le den el alta. Pero, Pablo Damián se puso firme al pedir que la dejaran en observación al menos unas horas para ver como evolucionaba y le dieron el ok. Le colocaron un suero para mantenerla hidratada y la dejaron en uno de los boxes de la guardia acompañada por su hijo.

Cada una determinada cantidad de minutos pasaban por el lugar las enfermeras para corroborar que todo estuviese en orden y seguían con su rutina. En un determinado momento apareció el acusado en la oficina de las enfermeras y les dijo que el suero perdía.

Una de las enfermeras fue a corroborarlo y se dio cuenta que la vía estaba pinchada, atravesada de lado a lado, y lo vio al hijo con la ropa mojada, pero no dijo nada y luego de cambiarla se retiró para seguir con sus tareas.

Un rato después, nuevamente apareció Pablo Damián en enfermería, pero ahora diciendo que su madre se había quedado dormida y no respondía cuando le hablaba. Van al box, comprueban que lo dicho era real y la trasladan al shockroom para reanimarla, pero ya era tarde. Teresita había fallecido.

Cuando se comienza a trabajar para quitarle el suero al cadáver una de las enfermeras se da cuenta que esta vía también estaba perforada, pero esta vez de un solo lado y al unísono hallaron tirado en el box donde estaba la paciente una ampolla de diazepam, que se encontraba abierta, pero que no correspondía a un medicamento que allí se administre.

Ahí se decidió dar aviso a la justicia, que horas después decidió allanar la casa donde vivían Pablo Damián y su madre-al mismo tiempo el presunto asesino esperaba que arribara el cuerpo de su progenitora para ser velado en la Parroquia a cuatro cuadras de ese lugar- y poco después, con los testimonios recogidos y las pruebas con las que ya contaba, la fiscal de la causa decidió pedir su detención.

Sin dudas que una verdadera película de terror que la justicia tendrá que determinar cuál es su trama, qué ocurrió y si realmente se está ante un frio asesino serial o ante un hombre atravesado por las tragedias.

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